Aunque expresado con diversos nombres (en inglés “information
overload”, en español “sobrecarga informativa”, “infobesidad”, “infopolución”, “infomanía”,
“infotoxicación” o “Infoxicación”, etc.), todos ellos refieren el mismo
fenómeno, característico de la sociedad contemporánea, de la sobreexposición a una continuada
y excesiva información procedente, aunque no toda, del generalizado uso de Internet
y las redes sociales.
Según Antón A. Toursinov (2013) ( “El peligro de la sobrecarga informativa”, http://erasmus.ufm.edu/tag/sobrecarga-informativa/
)el exceso de información reduce nuestra capacidad para el razonamiento.
Por otra parte, Javier Velilla (2013) (“Infoxicación: Cuando la respuesta no es tecnológica sino cultural”,
http://www.debatesic.es/tag/sobrecarga-informativa/) propone como corolario final un consejo muy sencillo: “Busca. No mucho.
Principalmente los hechos”.
En consecuencia, la capacidad para gestionar la sobrecarga
informativa ya no sólo es una competencia digital más, equiparable a otras como
la capacidad de creación o compartición, sino que se coloca en la base de todas
convirtiéndose casi en “instrumental”, es decir, básica para dominar otras.
Siguiendo a J. Velilla, que propone distinguir el enfoque
del soporte del enfoque cultural, podemos decir que una vía de gestión de la
información depende de nuestro conocimiento de las herramientas adecuadas y
otra de nuestra voluntad de autocontrol. Podemos ver el video de la mini-conferencia
de este autor en http://www.youtube.com/watch?v=Wj4ojIM6C0c.
Si ponemos el foco en nuestros alumnos, para ellos la competencia
para gestionar la información es más necesaria que en los adultos, puesto que
ellos se están formando todavía, de modo que también es función de los docentes
mostrar las herramientas que se los
permitan.
Dos herramientas que podríamos recomendar y enseñar a
utilizar a nuestros alumnos son:
a) Conocer
y utilizar las herramientas avanzadas de búsqueda de Google.
b) Usar
un marcador social como Diigo. Diigo nos permite hacer cosas como estas:
a. Creación de cuentas de los estudiantes.
b. Los estudiantes pueden marcar sitios
web y acceder a ellos de la escuela, el hogar, la biblioteca o cualquier
ordenador conectado a Internet. Siempre tendrán acceso a estos datos.
c. Pueden
utilizar las “sticky notes” para resumir los puntos importantes de información
en el sitio web., a modo de fichas para resumir y organizar proyectos de
investigación.
d. Los que
trabajan en temas similares pueden crear y unirse a grupos para colaborar.